que bien, creo que he alcanzado mis objetivos, lo logré y no morí en el intento.
Lo bueno de las cosas que nos pasan por el cuerpo es que dejan huella, esto significa una nueva experiencia, un nuevo aprendizaje. Sobre lo que llevamos ya sé lo que debo y no debo hacer. Luces, muchas. Ahora puedo seguir la ruta.
Ávida de información, embriagada en conocimiento nuevo, que más puedo pedir, pues más, porque lo hermoso de la educación médica es que es un cuento de nunca terminar, siempre hay algo nuevo para hacer, una nueva experiencia que reflexionar.
Y para la muestra un botón, como dijo el costurero, muy pronto nos veremos para continuar con el proceso y seguir aprendiendo.